lunes, 19 de enero de 2009

Instalación "Pollito Ciego"

Instalación “Pollito Ciego”

Proyecto Pollito Ciego, primera muestra de arte de Crespo, 2009


Arte en el espacio público:


El carácter elitista que posee el arte para la mayoría de la población tiene sus raíces en el hecho de que siempre estuvo confinado al interior de museos y galerías. Sin embargo, numerosas expresiones artísticas han vagado por el espacio público urbano desde el mismo surgimiento de las ciudades. Generalmente, el arte en la ciudad, el arte público, nos remite a obras que rescatan lo estético, como las esculturas y fuentes que adornan plazas y avenidas. Pero es el arte en los espacios públicos aquel que designa obras modificadoras del paisaje urbano, que buscan la introducción de un cambio en la forma en que las personas perciben y usan la ciudad. Es el mismo espacio publico el que propicia estos cambios; espacio que no se concibe como vacío, homogéneo, descalificado, sino que se presenta como el principal factor de sostén identitario, el generador de localidades, depositario de historias, esencia de la urbanidad donde todos tenemos los mismos derechos, convivimos, transitamos, somos; el espacio publico concebido como lugar, con características únicas y esenciales para la ciudad.

A partir de los primitivos espacios públicos griegos, las ágoras, donde se debatía la vida política y sociocultural de la polis, la publicidad de la vida urbana atravesó por distintas circunstancias. El arte en el contexto urbano se limitó, a partir de mediados del segundo milenio, a cumplir la función de revalorizador estético de la ciudad, principalmente a través de la figura del monumento. Pero la posmodernidad nutrió al arte situado en el espacio publico de una serie de factores determinantes: espacialidad, interacción y contextualidad. Las performances y los happenings suscitados a partir de los 60, modifican la concepción de las obras urbanas llevándolas a categorías de publicidad nunca experimentadas. Es que las obras anteriores, por ejemplo la torre Eiffel en la primera mitad del siglo, siempre tuvo que buscar pretextos que justifiquen su existencia, ya que era inconcebible ese monstruo de acero inservible que hoy identifica a la ciudad luz. En la actualidad son incontables las experiencias artísticas que en numerosas ciudades del mundo sorprenden a los ciudadanos. Estas experiencias ya no tienen como objetivo cumplir una función estética o utilitaria urbana, y es por esto que entran en debate: por ser experiencias artísticas públicas que inter-vienen en la vida del sujeto urbano.

Interviene, invade, refleja, irrumpe, ocupa, fomenta, se mezcla, son infinitas las maneras en las que el objeto pude presentarse en el escenario urbano, pero lo realmente interesante es como el espectador lo percibe, como se encuentra en una posición sorpresiva, como lo entrelaza con las problemáticas políticas y sociales que se respiran en el espacio publico, detectando conexiones con la realidad de una manera critica. Es que en éste ámbito, el público, es donde se evidencian la mayoría de los problemas sociales, y donde realmente se refleja la crisis de civilidad que atravesamos en estos tiempos. La globalización y la posmodernidad han producido, entre otros, una necesidad de reafirmación las características particulares y propias de cada lugar, por lo que las intervenciones públicas no pueden estar ajenas al contexto.

Involucrar al espectador en la intervención, tanto como experiencia estética como intelectual, es la vía para hacer del arte un agente de cambio social, como parte activa en el desarrollo del pensamiento de la sociedad. Una obra socialmente comprometida, generadora de debate, que priorice no sólo los criterios estéticos, permitirá imaginar el mismo espacio público como obra de arte. Es de vital importancia que la obra sea conciente de sus objetivos, permita una explosión abierta de significaciones y genere en los sujetos múltiples puntos de vista sobre la realidad y sobre ellos mismos. Los efectos son aún más interesantes cuando efectivamente el espectador puede recorrer, penetrar, introducirse en el espacio intervenido, acciones que se posibilitan a través de estas intervenciones públicas.

Otra cualidad no menos importante que puede presentar el arte situado en el espacio público es el carácter efímero. La relación de la obra con el tiempo, con el pasado, el presente y el futuro quedan atravesadas por esta cualidad que fomenta aún mas su posición tangencial, débil, insinuante. Estas características relacionadas al concepto de periferia son la verdadera esencia de la obra, el atributo mas importante, lo que la hace mas fuerte ante la realidad, justamente porque se enmarca en lo que es hoy nuestro presente, la llamada posmodernidad.


El proyecto en particular:


La intervención se basa en la utilización de un símbolo local como lo es el huevo, en un ámbito también característico de la ciudad como lo es la plaza Sarmiento. El uso de estos elementos relacionados con la avicultura es recurrente en la grafica y en otros recursos artísticos que se enmarcan dentro del evento. Estos elementos, que pertenecen al ámbito familiar local, a lo cotidiano, se pueden disponer de tal manera de generar un extrañamiento en la población y una resignificación que abra nuevos caminos por afuera de lo socialmente instaurado. En huevo entonces no se concibe como un producto perteneciente solamente a la producción avícola sino que se transforma en un elemento de propiedad pública, con significado plural abierto, fruto de la descontextualización.


Grupo organizador Pollito Ciego

Bibliografía

FREIRE, Juan, Articulo “Arte y espacio publico”, Boletín Gestión Cultural Nº 16, abril de 2008

1 comentario:

  1. La generación de espacios que permitan mostrar las diversas expresiones del arte, son necesarias en toda comunidad. Los proyectos como estos, son lo que deben continuar en el tiempo creando la necesidad en los creativos, de mostrar en un conjunto de actividades, su arte; y en la gente, la necesidad de involucrarse aun más en acompañar.
    Sigan con proyectos así, queda mucho para hacer y mostrar en el camino de culturización de la sociedad; la cual se ha visto deteriorada en el tiempo.
    Saludos, Mariano Jacobi

    ResponderEliminar