sábado, 31 de enero de 2009

Pollito Ciego , primer encuentro de arte, Crespo 2009


21hs, Besares Bar, Otto Saguemüller y Alberdi, Crespo


1º Fecha Domingo 15 de Febrero

- Música
- Kalós. Dirección Daniel Wendler.
- Literatura
- Autores y
composición de personajes de crespo.

- Interpretación y narración: Acto dirigido por Daniel Wendler.
- Musica en vivo: Marcelo Wendler
- Cine
- Maximiliano Schonfeld (Cortometraje: Esnorquel)
- Plástica

- Rubén Coki Spoturno
- Víctor Sack
- Caricaturas que se realizaran en vivo por Hugo Seri
- Eduardo Vergara
- Fotografía
- Jorge Yung
- Hugo Seri, interpretación de las fotografías en caricaturas.
- Teatro
- Cesar Román
- Instalación
- "Pollito Ciego" (en bar Besares y en plaza Sarmiento desde 13/2/09)
- Música

- Flor de Vida
- La podrida

2º Fecha Domingo 22 de Febrero

- Literatura
- Homenaje a nuestros escritores: José Seri, Zaragoza, Alfredo Martínez Howard.

- Música en vivo: Hernán Brambilla
- Cine
- Iván Fund
- Eduardo Crespo
- Plástica

- Hugo Seri, exposición de trabajos y caricaturas en vivo.
- Susana Castañares
- Josefina Molteni
- Darío Vergara
- Víctor Sack

- Francisco Gareis
- Jonathan Tonutti
- Fotografía
- Ivan Paiva
- Gabriel Prieto
- Intervención
- Hasta agotar stock (Sta. Fe)
- Teatro
-“Dos mujeres” director Darío Giles (Sta. Fe)
- Música
- Tales (reprogramado para el domingo 1º de marzo)

3º Fecha Domingo 1 de Marzo

-Literatura
- Grandes y pequeños escritores
- Cine
- Betania Cappato y Patricio Agusti (Sta. Fe)
- Plástica

- Alejandro Ferrer
- Sonia Miño
- Adrián Grandolli
- Martín y Guido Eclessia
- Leandro Jacob
- Hugo Seri. Caricaturas en vivo

- Fotografía

- Pablo Cuello
- Damián Zalesky

- Astrid Roth


DOMINGO 1º MARZO PLAZA SARMIENTO, 19:30hs
Musica
- Eben3
-
Tales (Crespo- Sta. Fe - Parana)
- Doña Mara, invitados Seba, Emi y Gaspar (Sta. Fe)

Plastica
- Gummo. Pintura en vivo (Sta. Fe)



lunes, 19 de enero de 2009

Proyecto "Pollito Ciego"

PROYECTO POLLITO CIEGO
CRESPO 2009


“Qué es posible y qué es imposible no son categorías estancas, sino que cada cultura construye su imposibilidad en la medida en que construye su campo de posibilidades”
Emmánuel Lizcano

“Yo no puedo darle nada que no exista dentro de usted. Yo no puedo presentarle ninguna otra galería de cuadros que la de su alma. No puedo dar a usted nada; solo la ocasión, el impulso, la clave”.
Hermann Hesse

Introducción

El proyecto que a continuación presentamos, propone la creación de un nuevo espacio para la intervención e interrelación de prácticas artísticas, entendiendo estas prácticas como el lenguaje de nuestra cultura. De esta forma, intentaremos revalorizar distintas ramas del arte que emergen de nuestra ciudad.
La propuesta se llevará a cabo los días domingos 15 y 22 del mes de febrero y 1º de Marzo del corriente año, en el espacio físico del bar Besares (ubicado en Otto Sagemüller y Alberdi), en la ciudad de Crespo, provincia de Entre Ríos. El mismo parte de la puesta en escena simultanea de diversas disciplinas del arte, específicamente de la literatura, el cine, el teatro, la plástica y la música. Todas las obras serán llevadas a escena a partir de diversas modalidades y estarán continuamente interrelacionadas con las demás disciplinas.
Participaran en el área de coordinación un grupo de profesionales y estudiantes de carreras afines a las ciencias humanas (comunicación visual, letras, comunicación radial, psicología, arquitectura) y personas interesadas en los tópicos a desarrollar.
Denominaremos a esta idea: “Pollito ciego”, y este nombre no solo nos identifica, sino que se construye como una creación artística original que se desplaza de las concepciones formales que rotulan a eventos culturales de estas características.


Fundamentación:

Alguien dijo que a pesar de que un hombre quiera huir o negar su pueblo, nunca podrá hacerlo porque no volverá a ver una ciudad tan familiar como ella, que es su refugio y su identidad.
Hemos nacido, crecido o vivido alguna etapa en Crespo; hemos transitado sus calles y fue aquí donde nos conocimos, donde nos educamos y donde construimos nuestras historias. Somos algunos de los jóvenes que se quedaron o que se fueron de esta ciudad en busca de algún futuro, pero parece hoy la hora de volver y plantear esta vuelta como un “hacer”: un hacer productivo que involucre lo que fuimos, lo que encontramos y lo que conocimos.
De alguna manera hemos venido reflexionando, en un tiempo no muy definido, sobre nuestra cultura y cómo ésta se “mueve” en Crespo. Lo hemos hecho al pasar y de manera informal en alguna reunión, entre dos, entre tres… entre todos ahora último. Al manifestar nuestros “pensamientos” y, podría decirse “anhelos”, decidimos formalizarlos, o mejor decir, “con-formarlos”, darles “forma” concreta teniendo en cuenta el contexto de significación, la forma en que tienen sentido en una circunstancia y con ello, “responder” (hacerse cargo) a las necesidades que dan cuenta de estos anhelos.
Con este proyecto proponemos un nuevo espacio para la intervención e interrelación de prácticas artísticas, entendiendo estas prácticas como el lenguaje de nuestra cultura. Desde esta perspectiva, nuestras inquietudes se direccionan a una revalorarización de espacios construidos en Crespo que condensan distintas áreas como la literatura, el cine, la fotografía, el teatro, la música, las artes plásticas que, actúan en articulación para ampliar el conocimiento y la experiencia social y cultural de cada sujeto, teniendo en cuenta que el arte crea una posibilidad que permite resignificar la experiencia del pueblo, ya sea simplemente mediante el imaginario o mediante la perspectiva de reinserción que la lectura del arte abre.
Creemos que es fundamental el acercamiento de los crespenses al arte como objeto de la cultura, a través de multiplicidad de lecturas (Roland Barthes) y diferentes entradas a los textos (comprendemos “texto” como todo objeto producto de las diversas ramas del arte) ya que operaría y contribuiría a nuevas formas de reflexión y de interacción con el mundo.
Etimológicamente, la palabra “cultura” proviene de “cultivo” y, por lo tanto, necesita de dedicación y cuidado. Esto nos parece esencial porque, aunque la cultura está aquí, siendo, no significa que la tengamos presente, que la estemos “viendo” con el cuidado necesario: la cultura crespense es un tejido que todavía no logró descubrir y amalgamar su propia productividad, es decir que, relegando creaciones individuales la sociedad desconoce y olvida sus identidades. Creemos que existe un tipo de descuido de la cultura que, a veces, hace que se pierdan sus “sentidos”.
Usamos la palabra “sentido” en sus tres acepciones: la del “significado” que tiene algo, la de aquello que se “siente” y la de la “orientación” que posee. La cultura es aquellos significados que son propios de “nuestra” vida, que nos implican a todos. Justamente por ello es, también, lo qué sentimos, lo que nos afecta, nuestros afectos y emociones. Y por último vemos la cultura como “un desarrollo, el producto de un proceso que, como el cultivo, proviene de un propósito que la “orienta” en una determinada dirección, un propósito que en ella se refleja y que la particulariza, permitiéndonos comprender sus orígenes y su sentido”. Chiozza, 2005: 91-92.
El sentido de cultura es, en estas tres acepciones, el sentido que nos une a todos como comunidad y que nos identifica a cada uno como individuo, en lo que tenemos de iguales y diferentes.
En un contexto tan complejo como éste resulta fundamental concebir, también, la lectura de las obras como una práctica cultural que asume características y formatos variados.
La lectura se transforma, así, en una práctica sociocultural estimulando la apropiación del arte que nos reafirma como seres con una identidad propia, pudiendo reconocer otras identidades. Recuperando la definición que esboza el sociólogo francés Pierre Bourdier diremos para sintetizar que:
“La cultura… existe en la acción rutinaria que incluye tanto las condiciones materiales (y físicas) como la experiencia de los actores sociales en el uso de sus cuerpos moviéndose en un espacio familiar” (Duranti, 1997: 39)

El objetivo principal es recuperar las diversas obras construidas por artistas de nuestra ciudad para revalorizar los elementos constitutivos de nuestra cultura. A su vez esta propuesta es impulsora de nuevas o desconocidas expresiones creadas por actores que no han podido ser legitimados socialmente como productores culturales. Esta ilegitimación social es la herramienta más poderosa de la expresión artística contemporánea, ya que parte de la autoconciencia de su posición periférica. La experiencia artística subjetiva aparece entonces como el punto de partida para la producción de sentido.
En espacios como los que proponemos, donde diversas expresiones del arte confluyen, el sujeto se sumerge en la experiencia del arte, la vivencialidad de la belleza, construyendo y deconstruyendo su entorno y a sí mismo. Esta relación entre la obra y el sujeto, y a la vez entre las obras y entre los sujetos, se constituye entonces como una verdadera experiencia artística que posibilita la motivación de las representaciones del lector/espectador y la formulación/reformulación crítica.
Debemos repensar las expresiones artísticas de nuestra cultura, y esto involucra tanto la producción y medios de circulación del arte como a las representaciones relativas al arte que dominan en una época y un contexto, y que determinarán, o acaso dificultarán, la recepción de las obras. En este sentido nos parece pertinente profundizar en los orígenes de la obra de arte: historias e identidades de los sujetos (autor/lector) atravesados por la esencial influencia de la contextualidad en el proceso de significación.
La obra y sujeto se enfrentan, siendo este encuentro en sí mismo una experiencia sublime, fruto de la descontextualización/contextualización, es decir, se des-hace el itinerario de interpretación primera y se construyen nuevos sentidos que amplían el contexto simbólico.
No sólo se actúa como un modo de explorar la cultura inmediata, sino que se pretende una transformación de las representaciones sobre la cultura.
El arte (como parte de la cultura), que es creación por excelencia, sería la forma más desarrollada y madura de satisfacción, donde se logra una recombinación de elementos del yo y las cosas, y como resultado una ampliación del contexto que permite re-pensar los conceptos que tenemos naturalizados y no cuestionamos.



Gerhauser Leticia
Gerhauser Nerina
Jacob Leandro
Prieto Gabriel
Salesky Damian
Schroeder German
Torresin Romina

Bibliografía

BARTHES, Roland; (1980). “S/Z”. Editorial, España; Madrid
COROMINAS, Joan (1983) “Breve diccionario etimológico de la lengua castellana”, Madrid, Editorial Gredos, 1987
CHIOZZA, Luis (2005a) “Las cosas de la vida. Composiciones sobre lo que nos importa”, Obras Completas, t. XV, Ed. Libros del Zorzal, Buenos Aires, 2008.
ORTEGA Y GASSET, José (2007 [1957]) “¿Qué es filosofía?”, Editorial Espasa Galpe, España, 2007.
LIZCANO, Emmánuel (2006) “Metáforas que nos piensan. Sobre ciencia, democracia y otras poderosas ficciones”, Ediciones Bajo Cero, España, 2006.
DURANTI, A. (Editor) 2001. “Linguistic Anthropology. A Reader”. UK, Cambridge University Press. [Selección de capítulos y traducción: Elsa Ghio].

Instalación "Pollito Ciego"

Instalación “Pollito Ciego”

Proyecto Pollito Ciego, primera muestra de arte de Crespo, 2009


Arte en el espacio público:


El carácter elitista que posee el arte para la mayoría de la población tiene sus raíces en el hecho de que siempre estuvo confinado al interior de museos y galerías. Sin embargo, numerosas expresiones artísticas han vagado por el espacio público urbano desde el mismo surgimiento de las ciudades. Generalmente, el arte en la ciudad, el arte público, nos remite a obras que rescatan lo estético, como las esculturas y fuentes que adornan plazas y avenidas. Pero es el arte en los espacios públicos aquel que designa obras modificadoras del paisaje urbano, que buscan la introducción de un cambio en la forma en que las personas perciben y usan la ciudad. Es el mismo espacio publico el que propicia estos cambios; espacio que no se concibe como vacío, homogéneo, descalificado, sino que se presenta como el principal factor de sostén identitario, el generador de localidades, depositario de historias, esencia de la urbanidad donde todos tenemos los mismos derechos, convivimos, transitamos, somos; el espacio publico concebido como lugar, con características únicas y esenciales para la ciudad.

A partir de los primitivos espacios públicos griegos, las ágoras, donde se debatía la vida política y sociocultural de la polis, la publicidad de la vida urbana atravesó por distintas circunstancias. El arte en el contexto urbano se limitó, a partir de mediados del segundo milenio, a cumplir la función de revalorizador estético de la ciudad, principalmente a través de la figura del monumento. Pero la posmodernidad nutrió al arte situado en el espacio publico de una serie de factores determinantes: espacialidad, interacción y contextualidad. Las performances y los happenings suscitados a partir de los 60, modifican la concepción de las obras urbanas llevándolas a categorías de publicidad nunca experimentadas. Es que las obras anteriores, por ejemplo la torre Eiffel en la primera mitad del siglo, siempre tuvo que buscar pretextos que justifiquen su existencia, ya que era inconcebible ese monstruo de acero inservible que hoy identifica a la ciudad luz. En la actualidad son incontables las experiencias artísticas que en numerosas ciudades del mundo sorprenden a los ciudadanos. Estas experiencias ya no tienen como objetivo cumplir una función estética o utilitaria urbana, y es por esto que entran en debate: por ser experiencias artísticas públicas que inter-vienen en la vida del sujeto urbano.

Interviene, invade, refleja, irrumpe, ocupa, fomenta, se mezcla, son infinitas las maneras en las que el objeto pude presentarse en el escenario urbano, pero lo realmente interesante es como el espectador lo percibe, como se encuentra en una posición sorpresiva, como lo entrelaza con las problemáticas políticas y sociales que se respiran en el espacio publico, detectando conexiones con la realidad de una manera critica. Es que en éste ámbito, el público, es donde se evidencian la mayoría de los problemas sociales, y donde realmente se refleja la crisis de civilidad que atravesamos en estos tiempos. La globalización y la posmodernidad han producido, entre otros, una necesidad de reafirmación las características particulares y propias de cada lugar, por lo que las intervenciones públicas no pueden estar ajenas al contexto.

Involucrar al espectador en la intervención, tanto como experiencia estética como intelectual, es la vía para hacer del arte un agente de cambio social, como parte activa en el desarrollo del pensamiento de la sociedad. Una obra socialmente comprometida, generadora de debate, que priorice no sólo los criterios estéticos, permitirá imaginar el mismo espacio público como obra de arte. Es de vital importancia que la obra sea conciente de sus objetivos, permita una explosión abierta de significaciones y genere en los sujetos múltiples puntos de vista sobre la realidad y sobre ellos mismos. Los efectos son aún más interesantes cuando efectivamente el espectador puede recorrer, penetrar, introducirse en el espacio intervenido, acciones que se posibilitan a través de estas intervenciones públicas.

Otra cualidad no menos importante que puede presentar el arte situado en el espacio público es el carácter efímero. La relación de la obra con el tiempo, con el pasado, el presente y el futuro quedan atravesadas por esta cualidad que fomenta aún mas su posición tangencial, débil, insinuante. Estas características relacionadas al concepto de periferia son la verdadera esencia de la obra, el atributo mas importante, lo que la hace mas fuerte ante la realidad, justamente porque se enmarca en lo que es hoy nuestro presente, la llamada posmodernidad.


El proyecto en particular:


La intervención se basa en la utilización de un símbolo local como lo es el huevo, en un ámbito también característico de la ciudad como lo es la plaza Sarmiento. El uso de estos elementos relacionados con la avicultura es recurrente en la grafica y en otros recursos artísticos que se enmarcan dentro del evento. Estos elementos, que pertenecen al ámbito familiar local, a lo cotidiano, se pueden disponer de tal manera de generar un extrañamiento en la población y una resignificación que abra nuevos caminos por afuera de lo socialmente instaurado. En huevo entonces no se concibe como un producto perteneciente solamente a la producción avícola sino que se transforma en un elemento de propiedad pública, con significado plural abierto, fruto de la descontextualización.


Grupo organizador Pollito Ciego

Bibliografía

FREIRE, Juan, Articulo “Arte y espacio publico”, Boletín Gestión Cultural Nº 16, abril de 2008